Aunque el mundo te dé la espalda, Dios que conoce todos tus problemas te ayudará a sustentarte con la diestra de su justicia.
¡Aunque el mundo te tenga atribulado y te dé la espalda, debes recordar que Dios nunca te dará la espalda… Él…
Por eso, oh SEÑOR, te alabaré entre las naciones;
cantaré alabanzas a tu nombre.