¿Alguna vez te sentiste intimidado por la opinión que otros pudieran tener de ti? Era muy común en la preparatoria tener miedo al presentar una exposición y hablar en público, o cuando el profesor en clases nos hacia una pregunta, que ante todos debíamos responder. O ya de adultos al sentir los nervios y el temor de la primera entrevista de trabajo. Si compartiste alguna de estas experiencias, o tienes las tuyas, en algún momento enfrentaste la inseguridad de lidiar con la opinión de otros.
Dios tiene un plan maravilloso para tu vida, que día a día con tus acciones debes materializar. No dejes que los sentimientos de desesperanza, detengan esas acciones y te impidan abrirte a la abundancia de la vida en El Señor. Recuerda que en Él todo es posible.
(Éxodo 4:1-5)