¿Alguna vez ha existido en tu vida aquel sentimiento de inseguridad y temor de lo que pueda pasar?, hablo de esos momentos en donde en nuestro corazón existe un sentir raro, ese sentimiento que no te deja sentir paz, ni sonreír, que por más que te quieras acomodar para sentarte, no encuentras cómodo nada, aún ni la cama. Sentir miedo es algo que a veces no podemos evitar, por alguna razón el sentirnos desprotegidos a pesar de saber que Dios nos cuida, nos provoca miedo. Miedo sobre ¿Qué pasara con mi familia?, miedo sobre: ¿Podre terminar mi carrera académica?, ¿Podre conseguir un empleo?, ¿Podre triunfar en la vida?, ¿Encontrare al amor de mi vida?
Hay tantas razones por las que el miedo puede apoderarse de nosotros. Y es que aun a los que se creen muy espirituales, en algún momento de sus vidas estoy seguro que han sentido miedo. Yo he sentido miedo y no mentiré que a veces tengo miedo de lo que pasará, cuando veo que el panorama se pone feo en mi vida. ¡Sí!, ¿Acaso no puedo sentir miedo?, y es que a pesar que sé que Dios tiene el control total de mi vida y familia, a veces no puedo evitar sentir miedo. ¿Es malo sentir miedo?, a veces sentir miedo puede ser bueno, porque nos recuerda nuestra Total dependencia de Dios.
Me gusta la historia de Pedro en la barca cuando los hubo despedido, Jesús subió a un cerro, para orar a solas. Al llegar la noche, estaba allí él solo, mientras la barca ya estaba bastante lejos de tierra firme, las olas azotaban la barca, porque tenían el viento en contra. A la madrugada, Jesús fue hacia ellos caminando sobre el agua. Cuando los discípulos lo vieron andar sobre el agua, se asustaron, y gritaron llenos de miedo:
¡Es un fantasma!
Pero Jesús les habló, diciéndoles:
¡Calma! ¡Soy yo: no tengan miedo!
Entonces Pedro le respondió: Señor, si eres tú, ordena que yo vaya hasta ti sobre el agua. Ven, dijo Jesús.
Pedro entonces bajó de la barca y comenzó a caminar sobre el agua en dirección a Jesús. Pero al notar la fuerza del viento, tuvo miedo; y como comenzaba a hundirse, gritó:
¡Sálvame, Señor .
Conclusión Amigos podemos tener miedo pero con todo y miedo intentemos hacer algo para Dios.