Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo.
— Colosenses 3:23
Esta es la mejor forma para hablar de Jesús a través de nuestra vida. Cuando ayudamos a las personas y damos lo mejor de nosotros, reflejamos el rostro de Cristo por medio de nuestras actitudes. Muchas veces no damos suficiente importancia a esto, pero las personas que nos rodean sí que lo notan.
Podemos ganar las personas para Cristo a través de nuestras actitudes y comportamiento. Cuando nos dedicamos de corazón – sea cual sea la actividad – las personas se conmueven por nuestro empeño.
Jesús es el mejor ejemplo de cómo servir y dedicarse de todo corazón a una tarea. Aun siendo Dios, él se hizo siervo, y como siervo sirvió a todos con excelencia y amor entregando su propia vida por nosotros. Su testimonio y su prueba de amor trabajan en todos hasta hoy y las vidas son transformadas a través de su ejemplo.
Sigue al Maestro, trabaja con excelencia como si lo hicieras para Dios y no para los hombres. ¡Ya verás cómo recogerás buenos frutos!
El buen testimonio gana vidas
• Somos personas como los demás, con problemas y desafíos. No necesitamos fingir que la vida es “color de rosa”, pero la forma en la que enfrentamos los problemas marca la diferencia.
• Tener a Jesús como referencia es la mejor forma de actuar y de dar un buen testimonio.
• La Biblia es el manual, la fuente de referencia para que sepamos cómo actuar de forma excelente.
• El buen testimonio rinde buenos frutos. Sé perseverante, vas por el camino correcto.