Pues la visión se realizará en el tiempo señalado; marcha hacia su cumplimiento, y no dejará de cumplirse. Aunque parezca tardar, espérala; porque sin falta vendrá. HABACUC 2:3
Debido a que tenemos a Dios en primer lugar, Él nos está cambiando a una velocidad más alta.
Vivimos en un tiempo en que Dios está apresurando las cosas. Lo que debió haberle tomado toda una vida para alcanzarlo, Dios va a hacerlo en una fracción del tiempo debido a que le damos honra.
Dios nos dará situaciones que no merecíamos. Él va a llevar a las personas adecuadas a su camino. Nosotros vamos a ver oportunidades como nunca antes. Necesitamos prepararnos; ¡ha entrado a un cambio!
Imagínelo como un carro. Cuando usted cambia de segunda velocidad a cuarta, la máquina sigue funcionando a la misma velocidad. No trabaja más duro, pero usted va más rápido. Cubre más territorio.
Las velocidades más altas tienen mayor capacidad. Están diseñadas para ir más rápido. De la misma manera, debido a que usted tiene a Dios en primer lugar, Él le está cambiando a una velocidad más alta. Llegará más lejos más rápido, no porque se esfuerce más tratando de hacer que todo suceda, sino porque ¡es su momento de aceleración!