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Viviendo en actitud de gratitud, estamos conscientes de que todo lo que tenemos lo provee nuestro Dios y no podemos más que estar agradecidos. Nuestro Dios es amoroso, generoso, bondadoso, justo y nos ama infinitamente. Por eso, tenemos que estar alegres y en paz.
Necesitamos tomar conciencia de todos los beneficios que nos ofrece Dios. El solo hecho de poder respirar, tener un techo sobre nuestras cabezas. Tener amigos es un privilegio que no todos tienen y poder expresar nuestra fe libremente, no tiene precio amigos. Vivamos en actitud de gratitud siempre.
1 tesalonicenses 5:16-18; Filipenses 4:6-7 (NTV)