Vivimos en un tiempo en donde la economía familiar se ve en apuros, en donde los artículos que necesitamos para subsistir cada día suben de precio, donde el desempleo está a la orden del día y donde el bolsillo nuestro está siendo constantemente golpeado.
Pese a todo eso todo hijo de Dios tiene que creer en la promesa de que Jehová PROVEERA, esta frase viene del hebreo: Jehová Jireh, es decir Dios nuestro Proveedor.
Pero no podemos negar tampoco que cuando la escasez azota nuestra vida, muchas veces nos olvidamos de esta promesa, buscamos por todos los medios hábitos y por haber de salir de esta situación, buscando ayuda por doquier, aun cuando sabemos que Dios es nuestro Proveedor.
Y es que se necesita una verdadera FE para creer a esta promesa porque es una promesa que no estás viendo ni palpando, pero que está escrita ahí para los que quieren activar su fe.