Le pido a Dios que el amor de ustedes desborde cada vez más y que sigan creciendo en conocimiento y entendimiento.
¿Por qué estoy desanimado? ¿Por qué está tan triste mi corazón? ¡Pondré mi esperanza en Dios! Nuevamente lo alabaré, ¡mi Salvador y mi Dios!
En cambio, renunció a sus privilegios divinos; adoptó la humilde posición de un esclavo y nació como un ser humano. Cuando apareció en forma de hombre,
Donde esté tu tesoro, allí estarán también los deseos de tu corazón.
Que todo lo que soy alabe al SEÑOR;
que nunca olvide todas las cosas buenas que hace por mí.
El SEÑOR es como un padre con sus hijos,
tierno y compasivo con los que le temen.
Sobre todas las cosas cuida tu corazón,
porque este determina el rumbo de tu vida.
El temor del SEÑOR es la base de la sabiduría.
Conocer al Santo da por resultado el buen juicio.
Pues todo el que pide, recibe; todo el que busca, encuentra; y a todo el que llama, se le abrirá la puerta.
Cuando pases por aguas profundas,
yo estaré contigo.
Cuando pases por ríos de dificultad,
no te ahogarás.
Cuando pases por el fuego de la opresión,
no te quemarás;
las llamas no te consumirán.