Destruimos todo obstáculo de arrogancia que impide que la gente conozca a Dios. Capturamos los pensamientos rebeldes y enseñamos a las personas a obedecer a Cristo
Él les secará toda lágrima de los ojos, y no habrá más muerte ni tristeza ni llanto ni dolor. Todas esas cosas ya no existirán más».
Estén alerta. Permanezcan firmes en la fe. Sean valientes. Sean fuertes.
Esto hace que haya armonía entre los miembros a fin de que los miembros se preocupen los unos por los otros.
Ya que vivimos por el Espíritu, sigamos la guía del Espíritu en cada aspecto de nuestra vida.
Prueben y vean que el Señor es bueno; ¡qué alegría para los que se refugian en él!
Es por esto que nunca nos damos por vencidos. Aunque nuestro cuerpo está muriéndose, nuestro espíritu va renovándose cada día.
Y ahora, que toda la gloria sea para Dios, quien puede lograr mucho más de lo que pudiéramos pedir o incluso imaginar mediante su gran poder, que actúa en nosotros.
Así que, sea que coman o beban o cualquier otra cosa que hagan, háganlo todo para la gloria de Dios.
Tú eres mi refugio y mi escudo; tu palabra es la fuente de mi esperanza.