He aquí, Dios es mi salvador,
confiaré y no temeré;
porque mi fortaleza y mi canción es el SEÑOR[a] DIOS[b],
Él ha sido mi salvación.
Con gozo sacarás agua
de los manantiales de la salvación.
¡Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia!
En ti busco protección.
Me esconderé bajo la sombra de tus alas
hasta que haya pasado el peligro.
¡Cuán preciosa es, oh Dios, Tu misericordia!
Por eso los hijos de los hombres se refugian a la sombra de Tus alas.
Pues el SEÑOR tu Dios vive en medio de ti.
Él es un poderoso salvador.
Se deleitará en ti con alegría.
Con su amor calmará todos tus temores.[a]
Se gozará por ti con cantos de alegría».
Entrega al SEÑOR todo lo que haces;
confía en él, y él te ayudará.
Pues las montañas podrán moverse
y las colinas desaparecer,
pero aun así mi fiel amor por ti permanecerá;
mi pacto de bendición nunca será roto
dice el SEÑOR, que tiene misericordia de ti.
Y esa esperanza no acabará en desilusión. Pues sabemos con cuánta ternura nos ama Dios, porque nos ha dado el Espíritu Santo para llenar nuestro corazón con su amor.
Y estoy seguro de que Dios, quien comenzó la buena obra en ustedes, la continuará hasta que quede completamente terminada el día que Cristo Jesús vuelva.
Fiel es Dios, por medio de quien fueron llamados a la comunión con Su Hijo Jesucristo, nuestro Señor.
Rogamos que ustedes sean fortalecidos con todo poder según la potencia de Su gloria, para obtener[a] toda perseverancia y paciencia, con gozo