Tendrás de todo hasta saciarte, y bendecirás al SEÑOR tu Dios
por la buena tierra que te ha dado.
El SEÑOR es bueno,
un refugio seguro cuando llegan dificultades.
Él está cerca de los que confían en él.
Llámame cuando estés angustiado,
que yo te rescataré y tú me honrarás».
El SEÑOR te guiará permanentemente,
dará satisfacción a tus necesidades
cuando estés en tierras resecas,
y fortalecerá tus huesos.
Serás como un jardín,
como manantial de agua que nunca se seca.
Reposa en el SEÑOR; espera con paciencia que él se manifieste. No envidies a los malvados que prosperan o te desesperes por sus perversos planes.
Y todo lo que pidamos lo recibimos de Él, porque guardamos Sus mandamientos y hacemos las cosas que son agradables delante de Él.
Que el SEÑOR te muestre su favor
y te dé su paz.
¿A quién tengo yo en el cielo sino a ti?
Y en la tierra nada deseo fuera de ti
Aun allí me guiará tu mano, tu fuerza me sostendrá.
¡Que el SEÑOR te lo pague! Que el SEÑOR Dios de Israel
te bendiga ricamente porque has venido a refugiarte bajo sus alas.