Tus promesas me dan vida; me consuelan en medio de mi angustia.
Oh SEÑOR, si me sanas, seré verdaderamente sano;
sí me salvas, seré verdaderamente salvo.
¡Mis alabanzas son solo para ti!
El SEÑOR les dará fortaleza cuando se sientan débiles.
Los sanará cuando estén enfermos y en cama.
Desde lo profundo de mi desesperación, oh SEÑOR,
clamo por tu ayuda.
Escucha mi clamor, oh Señor.
Presta atención a mi oración.
A los que Dios el Padre ama y ha llamado, y a quienes Jesucristo cuida: que Dios les dé en abundancia su misericordia, paz y amor
Que la paz de Cristo reine en sus corazones, a la cual en verdad fueron llamados en un solo cuerpo; y sean agradecidos.
Que el Señor de paz les dé paz en todo tiempo y en cualquier circunstancia. El Señor esté con ustedes.
No tengan ningún temor. ¿Acaso no he proclamado yo desde épocas antiguas que los salvaría? Ustedes son mis testigos.
¿Hay acaso algún otro Dios? ¡No! ¡Ninguno que yo sepa! ¡No hay ninguna otra Roca!
No te apartes nunca del amor y la verdad; llévalos atados a tu cuello como si fueran un collar y escríbelos en lo profundo de tu corazón.
Entonces contarás con la buena opinión de la gente y el favor de Dios.
Para libertad fue que Cristo nos hizo libres. Por tanto, permanezcan firmes, y no se sometan otra vez al yugo de esclavitud