SEÑOR, danos paz y prosperidad,
pues todo lo que hemos conseguido te lo debemos a ti.
Pero cada día el Señor derrama su amor inagotable sobre mí,
y todas las noches entono sus cánticos
y oro a Dios, quien me da vida.
El Espíritu del Señor DIOS está sobre mí,
Porque me ha ungido el SEÑOR
Para traer buenas nuevas a los afligidos.
Me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón,
Para proclamar libertad a los cautivos
Y liberación a los prisioneros
¡Alaben al Señor; alaben a Dios nuestro salvador!
Pues cada día nos lleva en sus brazos. Interludio
Que el Señor de paz les dé paz en todo momento y de toda manera.
Que el Señor esté con todos ustedes.
El SEÑOR mandará que la bendición sea contigo en tus graneros y
en todo aquello en que pongas tu mano, y te bendecirá en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da.
La victoria proviene de ti, oh SEÑOR;
Bendice a tu pueblo.
Tú bendices al justo, oh SEÑOR, y con tu escudo de amor lo proteges.
Toda la alabanza sea para Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo,
quien nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales en
los lugares celestiales, porque estamos unidos a Cristo.
Así que no se preocupen ni digan: “¿Qué vamos a comer?” o “¿Qué vamos a beber?” o “¿Qué ropa vamos a usar?”
La gente que no conoce a Dios trata de conseguir esas cosas, pero ustedes tienen a su Padre en el cielo que…