Dios hasta les tiene contados a ustedes cada uno de sus cabellos;
así que no tengan miedo, ustedes valen más que muchos pajaritos.
Sé tú mi roca de seguridad,
donde siempre pueda esconderme.
Da la orden de salvarme,
porque tú eres mi roca y mi fortaleza.
Mientras aguardan,
confíen en el SEÑOR.
Sean fuertes y valientes,
y esperen que el SEÑOR les ayudará.
Aun cuando yo pase
por el valle más oscuro,
no temeré,
porque tú estás a mi lado.
Tu vara y tu cayado
me protegen y me confortan
Estén alertas; sean fieles al Señor. Pórtense con valor y sean fuertes.
El SEÑOR cumplirá sus planes para mi vida. Porque tu gran amor,
SEÑOR; es para siempre. No me abandones, pues tú me hiciste.
Ya casi no tengo fuerzas,
pero a ti siempre te tendré;
¡mi única fuerza eres tú!
¿Puedes confiar en Dios? Para el que confía en él, todo es posible.
En conclusión: uno debe de glorificar
a Dios en todo lo que hace; hasta en lo que come y bebe.
Ciertamente tu bondad y tu amor inagotable me seguirán
todos los días de mi vida,
y en la casa del SEÑOR viviré
por siempre.