(Lectura Bíblica 1 Samuel 17).
La historia de David y Goliat nos revela cinco principios poderosos que nos ayudan a ganarle la batalla a nuestros gigantes.
#1 Saber ¿Quién es Dios?
David no solo había escuchado del gran poder de Dios, sino que lo experimentaba a diario, como pastor de ovejas se enfrentaba a leones y osos y reconocía que sus habilidades provenían directamente de Dios. Aunque era muy joven no permitió que Goliat lo intimidara porque su confianza estaba puesta plenamente en Dios. Y que, así como Dios lo libraba de esos animales lo haría frente a Goliat. (1 Samuel 17:37;1 Juan 4:4).
#2 Conocer sus armas espirituales
David tenía su confianza realmente puesta en Dios, no en sus propias habilidades como pastor de ovejas, ni en las armas que utilizaba para vencer a esos animales. Por eso estaba tan seguro que la victoria ya era suya. Aunque la lógica y la vista mostraran lo contrario. (1 Samuel 17:45; Efesios 6:10-18).
3. Saber ¿Quién soy en Cristo?
Si no estamos seguros de nuestra identidad en Dios seremos presa fácil del enemigo. Nos intimidará aun antes de ir a la batalla, también es necesario que conozcamos nuestras debilidades para rendirlas a los pies de Cristo. Saber y creer quienes somos en Dios define en gran parte nuestras victorias frente al enemigo. (1 Samuel 17:34-36; Gálatas 3:26).
4. No permitirle al enemigo que me intimide
David tenía puesta su mirada en Dios y buscó su dirección y se dio cuenta que Goliat era vulnerable en una de sus partes y apuntó justo en el blanco. El enemigo siempre apuntará a nuestras debilidades para destruirnos, pero si nuestra confianza está plenamente en Dios y las rendimos ante Él nos daremos cuenta que Dios nos ha destinado para darle al enemigo justo en la cabeza (1 Samuel 17:45-47; Genesis 3:15).
5. Buscar siempre la gloria de Dios y no la mía
David no buscaba ser reconocido o admirado. Él sabía que la victoria solo vendría por intervención divina. Dios sería glorificado y todos verían el gran poder salvador de Dios librando a su pueblo de manos del enemigo. (1 Samuel 17:47; Zacarías 4:6)
Para meditar: ¿Conoces verdaderamente ¿Quién es Dios? ¿Conoces tus armas espirituales? Sabes ¿Quién eres en Cristo? ¿Conoces ¿Quién es verdaderamente tu enemigo? ¿Glorificas a Dios en medio de tus batallas?