Hoy mientras oraba, recordé aquel bello canto que dice:
Unidos, unidos en su Nombre unidos… realmente la unidad está en el corazón de Dios y nos da ejemplo al ser uno el Padre, El Hijo y El Espíritu Santo.
De igual manera La Palabra del Señor nos exhorta a mantenernos en UNIDAD Y ARMONÍA.
Hermanos míos, yo les ruego, de parte de nuestro Señor Jesucristo, que se pongan todos de acuerdo y que no haya divisiones entre ustedes. Al contrario, vivan unidos y traten de ponerse de acuerdo en lo que piensan. 1 Corintios 1:10
Debemos entender que somos el cuerpo de Cristo, con funciones particulares, y diferentes maneras de pensar, pero UN SOLO CUERPO que se goza de las alegrías del otro y que sufre con sus tristezas.
Quizá una de las tareas más difíciles para cualquier ser humano es la de mantenerse en unidad, puesto que todos pensamos de manera diferente y queremos imponer nuestro criterio como una verdad absoluta. Creemos que solo nosotros tenemos la razón y que la manera correcta de hacer las cosas es según lo interpretamos.
Y lo más tremendo es que queremos imponer nuestra verdad a los demás y cuando eso no sucede, nos disgustamos y comenzamos a mostrar nuestros resabios.
Eso tiene un nombre y se llama: ORGULLO. Esa falta de humildad nos hace distanciarnos, muchas veces enemistarnos. El orgullo conlleva fragmentación y destrucción. Una casa dividida contra sí misma no puede permanecer en pie.
¡Qué delicado es dividir el Cuerpo de Cristo! separándonos por tonterías, dice la Palabra del Señor que debemos permanecer UNIDOS porque ese es el sello de garantía para que la gente crea que hemos sido enviados por el Señor a anunciar la Buena Noticia.
Si decimos que amamos a Dios, y al mismo tiempo nos odiamos unos a otros, somos unos mentirosos. Porque si no amamos al hermano, a quien podemos ver, mucho menos podemos amar a Dios, a quien no podemos ver.
1 Juan 4:20
Amigos, procuremos vivir en unidad la Biblia dice que no hay nada más bello, ni más agradable que ver que los hermanos conviven juntos y en armonía
Es tan agradable esto para el Señor que es como oler el buen perfume (el Oleo Santo que los sacerdotes usaban) que corría desde la cabeza a los pies (porque para el Señor no hay uno más importante que otro y eso debiera ser así también para nosotros)
Cuando vivimos en unidad se desata el bien y la abundancia y la vida del Señor.
Y, sobre todo, ámense unos a otros, porque el amor es el mejor lazo de unión.
Colosenses 3:14
