Cierto día, el ejército de Alejandro Magno bajando de sus barcos se apresuró a llegar a la línea de batalla y se dieron cuenta que el ejército al que iban a enfrentar les triplicaba en número. Alejandro Magno les dijo a sus tripulantes que regresarán al mar y quemarán los barcos. Asustados ellos le preguntaron ellos que por qué tomaba esa decisión. Alejandro Magno les dijo que la única razón de salir de esa batalla era en los barcos de sus enemigos. Solo eso les garantizaría la victoria.
1 Pedro 2:24 (Traducción Lenguaje Actual)
Cristo hizo suyos nuestros pecados, y por eso murió en la cruz. Lo hizo para que nosotros dejemos por completo de hacer el mal, y vivamos haciendo el bien. Cristo fue herido para que ustedes fueran sanados.
Un barco es un medio de transporte. Es un bien. Un recurso. Un barco puede ser una ligera canoa o hasta un imponente portaaviones.
En la historia de Alejandro Magno, ¿cuál puede ser ese barco del que no quieres bajarte?
¿Por qué necesitamos destruir esos barcos?
Estos barcos pueden ser pecados, sentimientos o acciones que no nos permitirán avanzar a lo que Dios quiere para nosotros.
Mantener esos barcos solo nos afectarán en gran manera:
1. No hay prosperidad (Nada me sale bien)
Jueces 6:3-6
3 Pues sucedía que cuando Israel había sembrado, subían los madianitas y amalecitas y los hijos del oriente contra ellos; subían y los atacaban.
6 De este modo empobrecía Israel en gran manera por causa de Madián; y los hijos de Israel clamaron a Jehová.
Los Madianitas no cultivaban la tierra continuamente, pero únicamente llegaban en el momento de la cosecha para robar lo que los Israelitas habían sembrado (no dejaban qué comer en Israel).
¿Hicimos lo malo? La oración debe de ser el primer recurso.
Gedeón es derribador o cortado. El que humilla.
Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel?
Gedeón tenía la fuerza para salir adelante, pero él no se podía ver a si mismo como alguien que podía hacer grandes cosas para Dios. Él tenía un concepto muy humilde de si mismo, insignificante, del clan más pequeño de su tribu, y que él era el menor en su familia.
Al mismo tiempo, Gedeón estaba en lo correcto: él no podía salvar a Israel. Pero un gran Dios podía utilizar a un pequeño y débil Gedeón.
2. No hay libertad (Estaremos rodeados del miedo)
1 Samuel 17:48-49
48 Cuando el filisteo se acercó para atacarlo, David también corrió hacia él 49 y, sacando una piedra de su bolsa, disparó su honda y le pegó al filisteo en plena cara. La piedra se le clavó en la frente, y el filisteo cayó de cara al suelo.
50-51 Enseguida corrió David y se paró sobre Goliat, le quitó su espada y, de un solo golpe, le cortó la cabeza. Así fue como, sin tener una espada, David venció al filisteo. Lo mató con sólo una honda y una piedra.
Cuando los filisteos vieron muerto a su poderoso guerrero, salieron corriendo.
Mi gusto por este pasaje bíblico:
Todos somos David, pero realmente seríamos el pueblo de Israel con miedo y dudas.
El sonido infundió miedo en el corazón de todos los soldados israelitas, ¡y probablemente incluso de algunos de los soldados filisteos! Entonces David respondió con su voz de adolescente; tal vez incluso con la voz quebrada. Los filisteos se rieron cuando escucharon a David prácticamente gritar con su voz quebrada y los israelitas se sintieron horrorizados y avergonzados.
· David sabía que la batalla le pertenecía a Jehová.
3. No hay conexión con Dios
Salmos 66:18 (Nueva Traducción Viviente)
Si no hubiera confesado el pecado de mi corazón, mi Señor no me habría escuchado.
Si todavía hay amor al mal en su corazón; si tiene algún preciado propósito de iniquidad que no está dispuesto a abandonar; Si hay algún pecado, por pequeño o sin importancia que parezca, que no está dispuesto a abandonar, no puede esperar que Dios escuche su oración; puede estar seguro de que no lo hará. Toda oración, para ser aceptable para Dios, debe estar conectada con un propósito de abandonar todo pecado.
Isaías 59:1-2
«Dios tiene poder para salvar y tiene buenos oídos para oír. 2 Pero la maldad de ustedes los ha separado de Dios. Sus pecados han hecho que Dios se tape los oídos y no quiera escucharlos.
El pecado, esas malas acciones nos destituyen de la Gloria de Dios:
Romanos 3:23
23 Todos hemos pecado, y por eso estamos lejos de Dios.
1Juan 2:1-2
Yo los quiero a ustedes como a hijos. Por eso les escribo esta carta, para que no pequen. Pero si alguno peca, Jesucristo es justo y nos defiende ante Dios el Padre. 2 Dios perdona nuestros pecados, y los de todo el mundo, porque Cristo se ofreció voluntariamente para morir por nosotros.
¡DESTRUYAMOS LOS BARCOS QUE NOS LIMITAN DE DIOS!
Jeremías 1:10 (TLA)
Desde hoy tendrás poder sobre reinos y naciones, para destruir o derribar, pero también para levantar y reconstruir.
Dios te ha dotado de la capacidad de salir adelante y enfrentar los miedos y temores que te asechan. Destruye los barcos que te hacen sentir confiado y camina hacia tu victoria.