Abre mis ojos, para que contemple las maravillas de tu enseñanza. Salmo 119:18 (DHH)
Este texto bíblico lo encontramos en uno de los libros más extensos de la Biblia y de hecho contiene 176 versículos. Según algunos comentaristas atribuyen su autoría a tres personajes bíblicos. Algunos dicen que puede ser David, otros Nehemías o Esdras, pero independientemente de quien sea todo el libro de Salmos es asombroso y en esta ocasión nos centraremos en el verso 18 del capítulo 119 que me lleva a enfocarme en tres palabras y a establecer su diferencia.
Observar: es la acción de examinar atentamente una persona u objeto. Para poder observar algo debemos ver el objeto que requiere nuestra atención. La diferencia radica en que en este caso se presta atención cuidadosamente sobre el objeto o persona.
Ver: Implica percibir o conocer mediante el uso de la vista.
Mirar: según el diccionario de la RAE, en una primera acepción, tiene que ver con “dirigir la vista hacia un objeto”, es decir, enfocar algo en particular (sin: apuntar, dirigir la vista hacia, contemplar, fijar la vista).
La diferencia entre mirar y observar está basada en la intención, uno mira por el sentido de la vista, pero observa cuando presta atención a lo que está mirando.
Según estas diferencias mi actitud correcta al leer la Biblia es: Debo examinar atentamente, observar con detenimiento, fijar la vista, prestar atención a lo que su autor (Dios), me dice para no caer en el error de decir algo que no ha sido su intención. Porque la misma Biblia me dice que yo no debo quitar ni poner a su mensaje. (Deuteronomio 4:2)
La versión que estamos usando es Dios Habla Hoy y utiliza la palabra Contemplar que significa: Observar con atención, interés y detenimiento una realidad, especialmente cuando es tranquila y placentera o cuando se hace con pasividad. También significa: Reflexionar serena, detenida, profunda e íntimamente sobre la divinidad, sus atributos y los misterios de la fe. Y es que cuando contemplamos algo es porque estamos admirados de su belleza y en este caso las maravillas que encontramos en la Biblia.
Padre celestial ayúdanos a PRESTAR ATENCIÓN, OBSERVAR CON DETENIMIENTO Y REFLEXIONAR detenida y profundamente acerca de tus maravillas a través de tu palabra y así poder ministrar la vida de otros con tu mensaje.
