Jeremías 12:5_”Si quedas agotado cuando compites con los que corren a pie, ¿Cómo vas a poder competir con los caballos?…”
“¿Cómo haréis con los caballos?”
Jeremías, un joven que enfrentaba oposición y se impacientaba cada vez más en el proceso, se quejó al Señor de la injusticia en la vida: los malvados prosperan y los justos sufren, y Dios parece sentarse en silencio. “Señor, tengo un problema aquí: ¿por qué los malvados prosperan y los incrédulos siempre tienen éxito?”
¿Alguna vez has querido decirle algo a Dios en ese sentido? Antes de hacerlo, debe escuchar cómo respondió a la queja del joven Jeremías.
“Jeremías”, dijo el Señor, “si te cansas en una carrera contra la gente, ¿Cómo es posible que corras contra los caballos? Y si te quejas en los campos de la tranquilidad, ¿Qué pasará cuando te encuentres con las mareas altas del Jordán turbulento?
Ahí va Dios de nuevo, hablando en acertijos. ¿Qué diablos quiere decir esto? Le está diciendo a Jeremías que se avecinan tiempos difíciles, y estas dificultades presentes solo lo están preparando para la escalada más empinada. Y la pregunta que Dios le hace es la misma que nosotros mismos debemos responder en nuestro mundo cada vez más oscuro.
Y aunque parezca que los impíos lo han hecho ahora; en ese día cuando su mundo se derrumbe a su alrededor, ¿tendrás lo que se necesita para estar de pie?
• Si no podemos manejar el inconveniente de la cosa más pequeña, ¿Cómo enfrentaremos el desafío de la cosa más grande?
• Si tropezamos con lo que ahora está ante nosotros, ¿Cómo avanzaremos hacia lo que aún está más allá de nosotros?
Sin duda, el Señor quiere que hagamos movimientos medidos hacia mayores niveles de oportunidad y responsabilidad, pero el ascenso está plagado de desafíos necesarios que solo pueden superarse con una fe inquebrantable. Oliver Wendell Holmes, Sr. dijo: “La fe es la mayor pasión de un ser humano. Muchos en cada generación pueden no llegar tan lejos, pero ninguno llega más lejos”. Ninguno sino aquellos que luchan con caballos.
Pastor Jorge Escobar
