En nuestro caminar como cristianos hemos aprendido que somo más que vencedores en Cristo Jesús, lo confesamos con nuestra boca y lo creemos en nuestro corazón, pero, muchas veces no actuamos conforme a lo que confesamos y creemos.
“Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Romanos 8:37”
Muchas veces me lo he repetido “soy más que vencedora”, pero, hace unos días venían a mi mente varias interrogantes, ¿Quién es un más que vencedor? ¿Cuáles son sus características? ¿Qué lo hace más que vencedor? En la palabra encontré algunas características que me llamaron mucho la atención y te las comparto:
1. Un más que vencedor retiene lo que se le fue dado. (Apocalipsis 3:11)
Para ser más que vencedores debemos cuidar todo lo que ha sido puesto en nuestras manos, familia, amigos, trabajo, dones, talentos, etc.
2. Un más que vencedor no se separa del amor de Cristo. (Romanos 8:35 – 39)
Mantenerse unido al amor de Dios nos da identidad, nos ayuda a tener la claridad de hacia dónde nos dirigimos.
3. Un más que vencedor tiene cuidado de sí mismo. (Romanos 12:3 – 5)
Cuidar nuestros pensamientos acerca de nosotros mismo es muy importante para no caer en el egocentrismo, pero tampoco llegar a la baja autoestima, debemos tener claro quienes somo en Cristo para llegar a ser más que vencedores.
4. Un más que vencedor conoce su condición. (Romanos 8:16)
Entender nuestra condición de hijo, los derechos que recibimos al ser llamados de esa manera, pero también lo que demos hacer como tales.
Ser un más que vencedor va más allá de un título o de conquistar nuestros sueños, debemos entender que es un estilo de vida que Dios quiere que tengamos y lo disfrutemos, pero para ello es necesario que estas características se reflejen en nosotros.