/
RSS Feed
Hay una enorme diferencia entre bendición y suerte. La suerte es tan solo un buen rato, y como todo buen rato, puede convertirse rápidamente en un trago amargo. Creo que nadie pone su vida en manos de la suerte, pues la base que la sostiene no es muy estable.
En cambio, la bendición es Dios quien la ministra a sus hijos, y lo que El da no lo revoca ni nadie puede arrebatarlo.