La esencia del éxito en la vida cristiana, es la renovación de nuestra mente para que podamos comprobar cuál sea la voluntad de Dios, para cada situación que enfrentamos en nuestras vidas. La intención de Dios, no es guiarnos a través de un conjunto de reglas ahora que estamos en Cristo, sino cambiar nuestros corazones, y nuestras mentes por medio de su espíritu, para que nuestra obediencia a Dios sea natural y espontánea. (en otras palabras, Dios está interesado en la sanidad interior de cada hombre para poder relacionarnos con El).
Decimos esto: porque bíblicamente existieron hombres los cuales Dios, buscó relacionarse con ellos, más sus corazones, y pensamientos enfermos no les permitió ver su propósito manifiesto en sus vidas.
Todos necesitamos un cambio de mentalidad, con el fin de cumplir lo que Dios ha planeado para nosotros, y para vivir como él quiere que vivamos. No solo quiere que los hombres tengan una nueva vida, o un nuevo Espíritu con la naturaleza de Cristo, sino que también recibamos una nueva mente (1 co.2:16) “la mente de Cristo”.
Pero dentro de esto, todos tenemos un papel vital en este proceso, porque estamos mandados a amar a Dios no sólo con nuestro corazón y con toda nuestra alma, sino también con toda nuestra mente (la totalidad del ser humano). Progresivamente nuestra mente debe llegar a ser una con la mente de Dios. De otra manera, no podemos convertirnos en instrumentos capaces de manifestar su propósito.
TU VIDA MANIFIESTA LO QUE MENTE PERCIBE
Si tu mente percibe derrotas solo eso expresaras, más si percibes gloria vivirás como un vencedor. Entonces a medida que adoptamos una nueva estructura, el mensaje que comunicamos también cambia y esto traerá la manifestación visible en nosotros de su gloria.
Nuestra mente o mentalidad debe morir a la vieja forma de percibir, pensar, y juzgar, para renacer en la nueva manera de pensar conforme al espíritu” la mente de Cristo. Esto produce un cambio total de carácter y comportamiento en la persona, que se rindió Dios con todo su corazón, alma, mente y fuerzas.
Dios a través de Jesucristo estableció un nuevo orden de vida, para que como creyentes podamos vivir en plena libertad y bajo su divina gracia.
LA RENOVACIÓN DE NUESTRA MENTE NOS HABILITA PARA REGRESAR ALA MENTALIDAD CON LA CUAL ORIGINALMENTE DIOS NOS CREO.
