Tú eres mi Dios y salvador; ¡No escondas de mí tu rostro! No apartes con enojo a este siervo tuyo, pues siempre has sido mi ayuda. ¡No me dejes ni me desampares! Sal 27:9
¿Alguna vez te has sentido desamparado(a)? ¿Te has sentido tan solo o abandonado que ni siquiera sientes a DIOS cerca de ti?
Creo que absolutamente todos los seres humanos nos hemos sentido así en algún momento de nuestra vida.
Este pasaje bíblico del Salmo 27 hace alusión al momento en que nuestro SEÑOR JESUCRISTO se sintió tan solo enla cruz que hasta exclamó:
PADRE, ¿por qué me has desamparado?
Cuando te sientas tan solo y desamparado medita en algunos puntos muy importantes de este versículo:
- Jesucristo te entiende porque Él también se sintió igual que tú:
A esa hora, Jesús gritó con mucha fuerza: «¡Elí, Elí!, ¿lemá sabactani?» Eso quiere decir: «¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?»
Mateo 27:46
- No es verdad que estés solo, tienes a un DIOS y un Salvador al que le importas muchísimo y de hecho no importa que estés en el lugar más remoto del mundo, su PRESENCIA está allí contigo
Tu Espíritu me acompaña a todas partes; no puedo escapar de tu presencia.
Si subiera al cielo, allí estarías; si bajara a las profundidades de la tierra,
allí estarías. Salmo 139:7-8.
- Ciertamente a nuestro Dios pueden molestarle algunas de nuestras actitudes, pero esto no implica que por eso nos dará la espalda.
La Biblia dice que:
Cuando Dios se enoja, el enojo pronto se le pasa; pero cuando ama, su amor dura toda la vida. Salmo 30:5
Así que aceptemos con humildad la disciplina del PADRE porque esta tiene como fin corregirnos y restaurarnos, pero jamás destruirnos o hacernos daño.
- DIOS es nuestro Ayudador:
Nuestro Señor JESUCRISTO, antes de ascender al cielo prometió que no nos dejaría solos ni desamparados, sino que nos dejaría otro parákletos [abogado, ayudador, intercesor] y que estaría con nosotros siempre. Y esto es así, porque al momento en que recibimos a Cristo como Señor y Salvador, su Espíritu Santo viene a morar dentro nuestro. ¡Así que es imposible que estemos solos cuando la presencia del SEÑOR vive en nosotros! (Ya no vivo yo, CRISTO vive en mi).
- El Señor nunca nos deja ni nos desampara: “Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida. Así como estuve con Moisés, estaré contigo. No te dejaré ni te abandonaré.” Josué 1:5
Hay evidencia en toda la Santa Escritura que DIOS anhela estar presente en la vida de sus hijos e hijas, por tanto la próxima vez que te sientas desamparado(a) corre a su presencia, porque tu ABBA jamás esconderá su rostro y siempre estará para ti.