Lo único que le pido al SEÑOR —lo que más anhelo—
es vivir en la casa del SEÑOR todos los días de mi vida,
deleitándome en la perfección del SEÑOR y meditando dentro de su templo.
Adoren al Señor con gozo. Vengan ante él cantando con alegría.
Jesús contestó: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente”.
¡Alaben al Señor; alaben a Dios nuestro salvador! Pues cada día nos lleva en sus brazos. Interludio
Que todo lo que soy alabe al Señor; que nunca olvide todas las cosas buenas que hace por mí.
¡Den gracias al Señor, porque él es bueno! Su fiel amor perdura para siempre.
Lo único que le pido al Señor es vivir en la casa del Señor todos los días de mi vida, deleitándome en la perfección del Señor y meditando dentro de su templo.
Esfuércense por vivir en paz con todos y procuren llevar una vida santa, porque los que no son santos no verán al Señor.
Que todo lo que soy alabe al SEÑOR.
¡Oh SEÑOR mi Dios, eres grandioso!
Te has vestido de honor y majestad.
No te dejes impresionar por tu propia sabiduría.
En cambio, teme al SEÑOR y aléjate del mal.
Entonces dará salud a tu cuerpo
y fortaleza a tus huesos.