porque tu amor y bondad son para mí mejor que la vida misma! ¡Cuánto te alabo!
Te bendeciré mientras viva, alzando a ti mis manos en oración.
El día en que temo,
Yo en Ti confío.
En Dios, cuya palabra alabo,
En Dios he confiado, no temeré.
¿Qué puede hacerme el hombre?
Cuando siento miedo,
confío en ti, mi Dios,
y te alabo por tus promesas;
Confío en ti, mi Dios,
y ya no siento miedo.
¡Nadie podrá
hacerme daño jamás!