«Gloria a Dios en las alturas, y paz en la tierra para los que gozan de su buena voluntad».
Y estoy convencido de que nada podrá jamás separarnos del amor de Dios. Ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni demonios, ni nuestros temores de hoy ni nuestras preocupaciones de mañana. Ni siquiera los poderes del infierno pueden separarnos del amor…
Gloria a Dios en las alturas,
y paz en la tierra para los que gozan de su buena voluntad.
El Señor DIOS es mi fortaleza;
Él ha hecho mis pies como los de las ciervas,
Y por las alturas me hace caminar.