pero nadie ha hecho el arma que pueda destruirte.
Dejarás callado a todo el que te acuse.
Esto es lo que yo doy a los que me sirven: la victoria.
El Señor es quien lo afirma.
Dios nos ha dado a todos algo bueno para contribuir para que nuestra sociedad sea mejor. No nacimos sólo por accidente, tenemos un propósito grande.
Dios nos dio el privilegio de servir en la iglesia, de predicar, de compartir con otros las buenas noticias…