Esta extraordinaria comparación, en la que el ciervo enfrenta una gran sequía, en tierras áridas; cuando huye al ser perseguido por los cazadores, en tierras secas, David tuvo que atravesar las aguas del río Jordán, huyendo de sus enemigos, que lo buscaban para…
Como el ciervo anhela las corrientes de las aguas, así te anhelo a ti, oh Dios.