Dios es tan rico en gracia y bondad que compró nuestra libertad con la sangre de su Hijo y perdonó nuestros pecados.
"Y Yo les doy Vida Eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de Mi mano" (Juan 10:28)
Creemos en la seguridad eterna de los santos. Primero, porque son de Cristo, y Él nunca perderá las ovejas que compró con Su sangre y…