Dios amó tanto al mundo que dio a su Hijo único para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.
Dios amó tanto al mundo que dio a su Hijo único para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio
y renueva un espíritu fiel dentro de mí.