Discusiones siempre habrá, pero debemos asegurarnos de solucionarlas. El rencor es una carga demasiado pesada para llevar, porque el rencor empeora cuando recibe atención.
Quiero que los hombres oren en todas partes. Los que levanten las manos a Dios para orar deben vivir para agradar a Dios y consagrarse a él, sin dejarse enojar ni meterse en discusiones.