Nuestra prioridad mayor debe ser el reino de Dios. Nada es más importante que ver el evangelio crecer y vivir para dar gloria a Dios. Cuando nos dedicamos al reino de Dios, podemos vivir libres de la preocupación sobre el futuro, porque Dios…
Para nuestras limitadas mentes es complicado entender que cuando decidimos deleitarnos en el Señor, y olvidar toda inquietud en nuestras vidas, Él obra. Haciendo mucho más de lo que esperábamos. Pero es así cómo se vive el reino de Dios.