"El cielo y la tierra pasarán", dijo Jesús en Mateo 24:35. Su declaración fue en el contexto de las profecías de los últimos tiempos y la naturaleza eterna de las palabras de Jesús: "mis palabras nunca pasarán". esto significa que confiar en Jesús…
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.