"Que continúe el amor fraternal. No os olvidéis de hospedar a los extraños, porque algunos, sin saberlo, hospedaron a los ángeles". Heb_13:1-2.
Nuestro texto se refiere a esa escena memorable cuando Abraham estaba sentado a la puerta de su tienda, probablemente inclinado a adormecerse…
Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré,
Y él oirá mi voz.