Las tentaciones que enfrentan en su vida no son distintas de las que otros atraviesan. Y Dios es fiel; no permitirá que la tentación sea mayor de lo que puedan soportar. Cuando sean tentados, él les mostrará una salida, para que puedan resistir.
Pero Dios, quien los llamó para compartir su gloria eterna en Cristo, les mostrará todo su generoso amor. Sufrirán por un tiempo, pero después Dios los sanará, los fortalecerá, los apoyará y evitará que caigan.