He aquí, Dios es mi salvador,
confiaré y no temeré;
porque mi fortaleza y mi canción es el SEÑOR[a] DIOS[b],
Él ha sido mi salvación.
Con gozo sacarás agua
de los manantiales de la salvación.
de manera que decimos confiadamente:
EL SEÑOR ES EL QUE ME AYUDA; NO TEMERÉ.
¿QUE PODRÁ HACERME EL HOMBRE?
El día en que temo,
Yo en Ti confío.
En Dios, cuya palabra alabo,
En Dios he confiado, no temeré.
¿Qué puede hacerme el hombre?
He aquí, Dios es mi salvador,
confiaré y no temeré;