Nunca dejen de orar.
Así como juré en tiempos de Noé
que nunca más permitiría que un diluvio cubra la tierra,
ahora también juro
que nunca más me enojaré contigo ni te castigaré.
Pues las montañas podrán moverse
y las colinas desaparecer,
pero aun así mi fiel amor por ti permanecerá;
mi pacto de…
Que no se aparte nunca de tu boca este libro de la ley. Medita en él día y noche y obedécelo al pie de la letra. Solamente así tendrás éxito.
Contentos con lo que tenéis,
porque Él mismo ha dicho:
nunca te dejare ni te desamparare