La humildad y el respeto hacia el SEÑOR llevan al hombre a la riqueza, a la honra y a una larga vida.
La verdadera humildad y el temor del Señor conducen a riquezas, a honor y a una larga vida.
La humildad y el respeto hacia el SEÑOR llevan al hombre a la riqueza, a la honra y a una larga vida.