En su perfecta creatividad Dios nos suplió del sentido del olfato para así disfrutar de las maravillosas fragancias de la vida. Hay muchos aromas que son agradables según los gustos de cada persona, el olor del ambiente cuando llueve, el aroma de algunos…
Podemos deleitar al Señor con las fragancias de ser una bendición para los demás. ¡Esto nos motiva a obrar cada día de manera que nuestros actos sean como una agradable fragancia que llega la presencia del Padre!
En este mundo tan lleno…