Miren, Dios ha venido a salvarme. Confiaré en él y no tendré temor. El Señor Dios es mi fuerza y mi canción; él me ha dado la victoria».
Miren, Dios ha venido a salvarme. Confiaré en él y no tendré temor. El Señor Dios es mi fuerza y mi canción; él me ha dado la victoria».
Sé tú mi roca de seguridad,
donde siempre pueda esconderme.
Da la orden de salvarme,
porque tú eres mi roca y mi fortaleza.