Tuyos, oh SEÑOR, son la grandeza, el poder, la gloria, la victoria y la majestad. Todo lo que hay en los cielos y en la tierra es tuyo, oh SEÑOR, y este es tu reino. Te adoramos como el que está por sobre…
Que tu gran amor, SEÑOR, nos acompañe,
tal como lo esperamos de ti.
Encomienda al SEÑOR todo cuanto haces, confía en que él te ayudará a realizarlo, y él lo hará.
«Yo te amo, Señor , fortaleza mía».
SEÑOR, solo tú eres mi herencia, mi copa de bendición;
tú proteges todo lo que me pertenece.
Pero yo confío en ti SEÑOR;
yo digo: «Tú eres mi Dios».
¡Que el SEÑOR te lo pague! Que el SEÑOR Dios de Israel
te bendiga ricamente porque has venido a refugiarte bajo sus alas.
Oh SEÑOR, si me sanas, seré verdaderamente sano;
sí me salvas, seré verdaderamente salvo.
¡Mis alabanzas son solo para ti!
Desde lo profundo de mi desesperación, oh SEÑOR,
clamo por tu ayuda.
Escucha mi clamor, oh Señor.
Presta atención a mi oración.
Que el Señor de paz les dé paz en todo tiempo y en cualquier circunstancia. El Señor esté con ustedes.