SI… es una palabra que cambia el sentido de todo. Si confesamos nuestros pecados, Dios nos perdona.
El sí confesar nos libera del pecado y también del orgullo de la negación.
Deja de ver tus debilidades y comienza a ver tus fortalezas. Si quieres alcanzar tus sueños necesitas desarrollar tus talentos y descubrir todo el potencial que hay en ti.
“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Filipenses 4:13.