Hoy Dios nos ha permitido despertar. Es decir, abrimos los ojos, volvemos a la conciencia de estar en este mundo.
Cuando nos despertamos, nuestros sentidos se abren de nuevo y podemos contemplar todas las maravillas que Dios nos regala para que podamos ser felices.
A…
Estoy seguro de que los sufrimientos por los que ahora pasamos no son nada, si los comparamos con la gloriosa vida que Dios nos dará junto a él.