Padre Bueno, muestra tu ternura y tu misericordia a todos los niños abandonados que caminan por las calles, sin cariño, cuidado y protección, muchos niños carecen de pan, de vestido y de amor, protégelos, Señor, para que sientan que tú eres Padre y Madre…
Y esa esperanza no acabará en desilusión. Pues sabemos con cuánta ternura nos ama Dios, porque nos ha dado el Espíritu Santo para llenar nuestro corazón con su amor.
Y esa esperanza no acabará en desilusión.
Pues sabemos con cuánta ternura nos ama Dios,
porque nos ha dado el Espíritu Santo para llenar nuestro corazón con su amor.