“Y aunque tu principio haya sido pequeño, tu postrer estado será muy grande.” Job 8:7
Todos conocemos la historia de Job y sabemos lo que el vivió, perdió a su familia, sus pertenencias y aun sus amistades no fueron un buen apoyo.
En el verso 7 del capítulo 8 de Job encontramos esta promesa que seguramente la hemos leído antes y la hemos declarado para nosotros, hemos puesto nuestra fe en Dios que se cumplirá en cada área de nuestra vida, pero, es importante que retrocedamos unos versos y veamos cuales son los requisitos que debemos cumplir para que eso suceda.
“Si tú de mañana buscares a Dios, y rogares al Todopoderoso; si fueres limpio y recto,
ciertamente luego se despertará por ti, y hará próspera la morada de tu justicia.”
Job 8: 5 – 6
Dios solo pide 2 cosas de nosotros para que esta promesa sea cumplida en nuestras vidas:
1. Si tú de mañana buscares a Dios, y rogares al Todopoderoso:
Esto significa poner a Dios primero, ante todo. En los tiempos de entretenimiento en que estamos viviendo, el hábito es afanarse en el trabajo, y buscar el celular o la computadora primero. La Palabra de Dios nos dice en Mateo 6:33 “Mas buscad primeramente el Reino de Dios y Su Justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. Hay una gran diferencia cuando buscamos a Dios al levantarnos, y cuando no lo buscamos al levantarnos. Te invito a realizar la prueba.
Buscar a Dios en oración y alabanzas antes de empezar la faena diaria, o en todas circunstancias que se presente, resulta de bienestar a nuestras vidas. Cuando ponemos a Dios primero, Él por Su misericordia nos guiará por el camino que debemos seguir. Bajo la dirección de Dios, nunca andaremos perdidos.
2. Si fueres limpio y recto:
Dios es omnisciente, esto significa que Él tiene el poder de conocer todo. Dios tiene el poder de escudriñar el corazón. El Señor conoce cuando un corazón es limpio y cuando un corazón es sucio. No podemos engañar a Dios, pues Él conoce nuestros pensamientos como también el corazón. Un corazón limpio y recto, es aquel que obedece los mandamientos de Dios y los pone por obra en su vida.
Un corazón limpio y recto, es un corazón justo. Dios bendice a un corazón justo. La Palabra de Dios brinda detalles para todo aquel que posee un corazón justo. La bendición del justo es que “Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará”. Nuestra prioridad es buscar el Rostro de Dios cada día y meditar en Su Palabra y aplicarla en nuestras vidas. Un corazón limpio y recto, Dios lo ayuda y lo prospera de tal manera que, aunque el principio haya sido pequeño, el postrer estado será muy grande.
IZAMAR REYES