Posiblemente en la vida de algunos de nosotros las cosas aparentemente no están saliendo bien, hay dolor, hay sufrimiento, hay escasez, hay soledad, etc., parecería que todas las cosas están mal, pero el texto que hemos leído esta noche nos dice que alguien comenzó en nosotros una buena obra.
Primeramente, respondamos esta pregunta ¿Quién comenzó en nosotros la buena obra? Y todos sabemos que la respuesta es Dios, por lo tanto, tenemos que estar seguros que Dios está haciendo una buena obra en nuestra vida, aunque muchas veces no lo comprendamos, aunque muchas veces nos parece que todo está saliendo mal, tenemos que saber que Dios tiene un plan para perfeccionar en nosotros la buena obra que ha comenzado desde el momento que nos tomó como hijos suyos.
PERFECCIONAR: Acabar enteramente una obra, dándole el mayor grado posible de calidad.
Al hablar de perfeccionar nos habla de un proceso, es decir que el Señor no ha terminado su obra en nuestra vida, cada día nos va puliendo, cada día nos va moldeando, cada día nos va purificando.
hoy reflexionaremos de ese proceso de Dios, muchas veces doloroso, muchas veces incomprensible, pero que está dentro de un plan perfecto para que Dios pueda terminar en nosotros la buena obra que ya empezó el día que lo recibimos como nuestro Salvador. (Jeremías 18:1-6)
• EL ALFARERO ES NUESTRO DIOS (Isaías 64:8)
Dios es quien está formando nuestra vida, él tiene un plan que para nosotros es muchas veces incomprensible, pero es perfecto, Dios no obra conforme a nuestra lógica humana, él tiene pensamientos muy diferentes a los nuestros (Isaías 55:8-9)
Para nosotros al ver una piedra lo único que vemos es una piedra, pero un escultor contempla la piedra y la ve transformada en una obra de arte, así es nuestro Dios.
• EL BARRO SOMOS CADA UNO DE NOSOTROS (Jeremías 18:6)
Nosotros somos polvo (Salmo 103:14) al igual que el barro para ser moldeados necesitamos del agua de la palabra de Dios en nuestra vida (Ezequiel 36:25)
El barro no puede darle ordenes al alfarero, la función del barro es dejarse moldear por el alfarero, así nosotros no debemos altercar contra Dios, nosotros debemos tener fe en Dios y confiar que él sabe lo que está haciendo (Romanos 9:20-21)
Nosotros debemos ser humildes y dejarnos moldear conforme a su voluntad, pues a su tiempo veremos su obra terminada en nosotros (1 Pedro 5:6)