Hoy estamos en un mundo donde hay una crisis de moralidad. Donde lo que antes era llamado bueno, se lo tilda de aburrido o de antiguo. Y, donde lo que contradice la Biblia, es lo que marca tendencia. Sin embargo, cada uno de nosotros está siendo llamado por Dios para marcar una diferencia en este tiempo.
En Isaías 60:1-2 se habla de que “tinieblas cubrirán la Tierra”, esto claramente lo estamos viviendo hoy en nuestra sociedad. No obstante, Dios nos convoca a levantarnos y mostrar la luz de Jesús. Disfrutar de la plenitud y la libertad espiritual y asimismo brindar amor hacia quienes nos rodean.
Más que nunca, estamos para marcar la diferencia y mostrar la gloria de Dios hacia quienes no lo conocen. Es por esto que podemos experimentar un avivamiento personal si buscamos con sinceridad la presencia del Espíritu Santo en nuestra vida.
Este mundo necesita referentes que marquen el camino, llenos de la sabiduría del Señor y de una visión pura.
¿Qué se necesita para marcar la diferencia?
1) Integridad. Esto es mantener el corazón limpio, la integridad tiene que ver con imitar a Jesús en todas las áreas de nuestra vida. En mostrar amor y humildad en la familia, en el trabajo y en la iglesia.
2) Tener Coraje y valor. Si lo que más atrapa la atención, son las historias de héroes, hoy también nos toca ser protagonistas y mostrar la integridad con coraje y defender nuestros principios. En Josué 1:9 Dios le pide que sea valiente y que confíe en su protección. Sin duda, se requiere valor para mantenerse en integridad y tomar las decisiones correctas; no mezclarnos con el mundo para poder así marcar la diferencia.
3) Compromiso. Aunque vengan tormentas, comprometerse en perseverar. Alguien una vez dijo: “Nada sucede hasta que alguien se compromete y se pone a trabajar”. Esto es lo que necesitamos hoy, gente comprometida. Ya sabes donde vives y con quién, resta determinar ¿Para quién planeas vivir? Esto tiene que ver con el compromiso, con la verdadera razón de vivir.
Entrega tu vida al Señor y no te canses de hacer el bien porque llegado el tiempo tendrás la recompensa. Si dejamos que él sea quien nos gobierne, entonces nuestra vida será tan pero tan plena que los demás podrán percibir a Jesús a través nuestro y ya estaremos marcando la diferencia.
Un abrazo grande, ¡Dios te bendiga!
ATT. Kike Sánchez.