2 de Samuel 9
Jonathán, el mejor amigo de David tenía un hijo. Lamentablemente este sufrió un accidente y quedó lisiado el día que su padre murió. Debido a que su padre fue asesinado, debió huir a una tierra lejana llamada Lodebar.
El significado bíblico de Lodebar es dolor, miseria, tristeza, oscuridad, soledad y desesperanza, un estado espiritual de los despojados de fe. Territorialmente hablando Lodebar es una tierra bíblica en Galaad muy cercana al Mar de Galilea, también se hace referencia a ella con el nombre de Debir, este era un lugar sin condiciones para vivir dignamente o humanamente.
Cierto día, el Rey David, pidió buscar algún descendiente de Jonathan, ya que fue su mejor amigo y prometió cuidar de su linaje y de esta manera haría misericordia con él. Uno de los sirvientes de David le indicó que sí había un joven llamado Mefiboset.
Las condiciones en las que Mefiboset se encontraban no eran dignas de un hijo de Rey: lisiado, pobre y en un lugar apartado y escondido, huyendo para que no lo mataran. Es similar a la que muchos de nosotros nos encontramos en muchos momentos. Lejos de la casa de papá, perdidos, sin rumbo, cometiendo pecado y sin su presencia.
Pero, al igual que Mefiboset con el Rey David, igual el Señor quiere hacernos misericordia y nos llama a su presencia:
Entonces el rey le preguntó: ¿Dónde está? Y Siba respondió al rey: He aquí, está en casa de Maquir hijo de Amiel, en Lodebar. 5 entonces envió el rey David, y le trajo de la casa de Maquir hijo de Amiel, de Lodebar. (2 Samuel 9:4-5)
Hoy el Señor quiere hacer misericordia no importando en la condición en la que te encuentras. Hoy el Señor te anda a llamar y quiere devolverte la felicidad que perdiste. Hoy el Señor se ha acordado de ti y te bendecirá de manera grande.
La decisión de Dios no es reemplazarte, sino de restaurarte. HOY TENEMOS LA OPORTUNIDAD DE EMPEZAR OTRA VEZ.
Donde quiera que te encuentres, hasta ahí llegará el Señor por ti. Tenemos la plena confianza que el que empezó la buena obra, la finalizará.
Dios empezó el buen trabajo en ustedes, y estoy seguro de que lo irá perfeccionando hasta el día en que Jesucristo vuelva. -Filipenses 1:6 (TLA)
Dios podría buscar a alguien más, pero decidido contar contigo. Acepta la invitación del Rey, ven a su mesa y disfruta de sus bendiciones.