Hace unos días comencé a sentir ciertos síntomas que no son habituales en mí. Entonces decidí tomarme la presión arterial y vi que la andaba dentro de lo normal, pero no en los valores ideales que siempre he tenido.
Eso me puso en alerta, porque evito a toda costa volverme una persona hipertensa para no tener que depender de fármacos.
Debo sincerarme y decir que me había descuidado, estaba comiendo mucha chuchería y comidas rápidas y había dejado un poco de lado el ejercicio.
Pero al ver algo alterados los niveles de mi presión y frecuencia cardiaca, retomé los buenos hábitos alimenticios y comencé de nuevo a ejercitarme una hora diaria.
Aún así no dejaba de sentir ansiedad, entonces le expuse al Señor mi caso y le dije PADRE, no permitas que mi salud se desajuste, por favor ayúdame a ser disciplinada y constante; El SEÑOR, me respondió: Esto no es una sentencia, sólo es una llamado de atención para que vuelvas a tus hábitos saludables y cuides tu cuerpo que es mi casa.
Luego a través de un texto bíblico, DIOS selló su mensaje con broche de oro:
“…Mientras tanto, la barca estaba muy lejos en el mar cuando el viento se levantó contra ellos y fueron golpeados por las olas. A eso de las cuatro de la mañana, Jesús vino hacia ellos caminando sobre el agua. Se asustaron mucho. Dijeron: “¡Un fantasma!”, gritando aterrorizados.
Pero Jesús se apresuró a consolarlos. ” Ánimo SOY YO, no tengan miedo”
Amigos (as) hay situaciones que DIOS propicia, no para hacernos daño, sino para enseñarnos una lección, por supuesto que estas lecciones en muchas ocasiones nos atemorizan o llenan de ansiedad, porque no sabemos qué pasará.
Lo hermoso es que nuestro Señor interviene de manera propicia diciéndonos:
“Ánimo, SOY YO, no tengan miedo.”
Exactamente fue lo que EL PADRE me respondió mientras oraba:
“ánimo SOY YO hablándote a través de esos resultados… No son una sentencia, sino más bien un llamado de atención para hacerte saber que no te estás cuidando. No estás colaborando conmigo en el cuidado de tu salud.”
¡Oh, por fin lo entendí, y mi ansiedad y preocupación se fueron enseguida!
Luego simplemente me concentré en seguir las instrucciones del Señor en cuanto a cómo debo cuidarme, y obviamente los resultados positivos se han dejado ver.
Posiblemente tú también estés pasando por una situación que te tenga con preocupación o ansiedad. Ora y déjate guiar por El Espíritu Santo, tal vez tu caso también solo sea un llamado de atención y no una sentencia definitiva, tal vez sólo sea una circunstancia que Dios está usando para que le prestes atención y obedezcas sus instrucciones. Dios no quiere hacerte mal, en cambio quiere librarte de que cosas malas te pasen.
