Un sueño no es lo que ves al dormir, es lo que no te deja dormir
Una persona que no tiene sueños, es como aquella persona a la que se le pregunta ¿A dónde vas? Y ellas responde. No lo sé, a donde sea. (No tiene rumbo).
LOS SUEÑOS SON EL MOTOR DE LA VIDA…
Los sueños nos mantienen vivos, con ánimo, con alegría, con entusiasmo. El que sueña ríe, el que sueña canta… pero el que pierde sus sueños, ya no ríe, ya no canta.
LA FE NOS DA LA CAPACIDAD DE SOÑAR
Hebreos 11:
“1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve “.
“32 ¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barack, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas; 33 que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, 34 apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros.”
LO QUE NOS ROBA LOS SUEÑOS
Los malos hábitos, La flojera … Proverbios 6:6-10. Los vicios… Cosas que nos dominan, ya no podemos con ellas. (1 Corintios 6:12)
Lo que sucede sirve para hacerte más sabio, para que aprendas más y llegues a hacer mucho mejor.
En el caso de José, fue nombrado gobernador de Egipto, solamente Faraón era mayor que él, pues todos estarían por debajo de sus órdenes. Le dio: anillo, ropas de lino finísimo, un collar de oro y un carro (el segundo carro de Faraón). (Génesis 41. 40-43).
Cada etapa de José fue una enseñanza que lo hizo fuerte y más cercano a Dios, él había oído de su padre la grandeza de Dios, su fidelidad. Probablemente José quería vivir por sí mismo las experiencias de su padre con Dios. Jacob lo entrenó para eso: vivir una vida de confianza en Dios a pesar de las adversidades.
Dios vuelve toda maldición y tragedia en bendición.
Recuerda que Dios puede hacer grandes cosas en tu vida, con tu tristeza. Solamente tienes que cambiar la perspectiva de las cosas y ver que Dios tiene un propósito con todo y que al final la bendición llegará.
El nacimiento de una nación dependía de este suceso que Dios había preparado mucho antes. Solamente había que ver desde otra perspectiva.